Sentada en el asiento trasero del coche de mi padre nos dirigimos a Guanajuato, y escuchando "Mi unicornio azul" en la voz de Silvio Rodriguez, me doy el gusto de remitirme a mi infancia (aunque a veces creo que sigo en esa etapa, me resisto a crecer y a aceptar que me he convertido en una "adulta"... soy una muy buena Peter Pan), y vienen a mi mente recuerdos hermosos de mi niñez, los juegos, los berrinches por algun juguete perdido que mas tarde seria encontrado debajo de la cama, dulces a escondidas antes de comer... esos dulces que me dabas TU.
Recuerdo muy bien ese caminar veloz de mi casa a la tuya, solo una cuadra y media me separaba de ti, tu que eras y seguiras siendo como un padre para mi, entraba corriendo a tu recámara. tu adormilado me veías y sonreías, yo con mis manos pequeñas tomaba tu rostro y te daba un gran beso en la mejilla, al mismo tiempo que señalabas la mesa de noche donde cada día me esperaba un dulce diferente, aunque me permito confesar que rogaba siempre porque fuera un cigarrito de chocolate, yo lo tomaba y te decia: GRACIAS TIO y continuaba mi camino hacia el Jardín de Niños...
El sol me molesta en la cara, ya estamos en Dolores Hidalgo, casualmente pasamos por un bar llamado "El Recuerdo"... recuerdo el dia en que te fuiste, justo un dia antes de mi cumpleaños, como si pretendieras que jamás te olvidara, era una mañana lluviosa, cierro los ojos y recuerdo tu rostro tratando de disimular el dolor que te consumia por dentro poco a poco, te di un beso sin imaginar que seria el ultimo. Miro el cielo y esta como vulgarmente se le dice: "Emborregado", igual que ese 24 de julio de 1995. En el estéreo comienza "Penélope" de Joan Manuel Serrat, sonrió, la espalda me duele un poco y descubro que una lágrima baja silenciosa por mi mejilla... 15 años ya de tu partida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario